Te voy a mostrar cómo montar un sistema hidropónico completo para cultivar hasta 24 plantas directamente en casa.
Usaremos un tubo de un metro de largo. Estos tubos suelen tener longitudes de cuatro metros y podemos cortarlos en secciones más pequeñas.
Usaremos tuberías de 110 mm de diámetro y recomiendo este tamaño porque, al cultivar lechuga, fresas u otras plantas con raíces grandes, las tuberías más pequeñas dificultan el crecimiento de las raíces y bloquean el flujo de agua adecuado.
En un extremo de la tubería colocaremos una tapa y perforaremos un agujero para que salga el agua.
En el otro extremo colocaremos un codo para que el agua pueda fluir por toda la longitud de la tubería.

Ahora necesitamos perforar agujeros a lo largo del lado superior de la tubería, donde colocaremos las macetas.
Estas macetas se utilizan comúnmente en sistemas hidropónicos, pero a veces pueden ser difíciles de encontrar.
Así que la idea hoy es configurar todo el sistema de manera que puedas usar vasos de plástico o macetas pequeñas.
Haremos agujeros cada 15 cm (unas 6 pulgadas). El primer agujero estará a un dedo del borde.

Usaré una sierra de corona de 5 cm, manteniendo el espaciado uniforme. Marcaremos todos los puntos con cuerda y cinta adhesiva para mantener la línea recta a lo largo del tubo.
Comenzamos con un taladro ligero solo para posicionar la sierra de corona. Es importante avanzar despacio para que el material cortado no se acumule en el fondo.
Luego, utilizamos un cuchillo liso para limpiar las rebabas del PVC, haciendo que los agujeros queden bonitos y parejos: esto ayudará al momento de colocar las tazas o las ollas.
Antes de continuar, recomiendo no pegar las tapas. Déjalas desmontables para facilitar la limpieza o la ampliación del sistema en el futuro.
Después de perforar todos los agujeros, golpee suavemente la tubería para eliminar cualquier residuo que haya quedado en el interior; si permanece allí, flotará e interferirá con el flujo de agua.
En ambos extremos de la tubería, colocaremos los codos en línea con los orificios superiores, asegurando que el agua fluya uniformemente por todo el tubo.
Tampoco recomiendo pegar esta pieza, así es más fácil hacer cambios más adelante si es necesario. Para sellar y evitar fugas, use cinta aislante para envolver firmemente las juntas.
En el otro extremo, como no pude encontrar la tapa exacta para la tubería, utilicé una diferente que encaja perfectamente.
Evite usar tuberías negras; las blancas son mucho mejores, ya que absorben más luz solar y calientan el agua. Esto puede perjudicar el desarrollo de las raíces y ralentizar el crecimiento de las plantas.
Perforaremos un agujero en la tapa para agregar un accesorio de mamparo o conector de tanque, que se utiliza para controlar el nivel del agua.
Esto es especialmente útil cuando trabajamos con plántulas pequeñas, ya que nos permite mantener el nivel de agua más alto al principio y bajarlo a medida que crecen las raíces.
Use una válvula ajustable o un codo para controlar el nivel de agua. Cuando la planta es joven, el agua debe llegar hasta la parte superior para que la raíz pueda acceder a ella.
A medida que la planta crece, basta con una cantidad menor de agua. La salida de agua debe estar orientada hacia arriba para facilitar el ajuste del nivel.
Con todo ensamblado, selle la tapa al tubo blanco con cinta adhesiva. Asegúrese de que el sistema esté cerrado y sin fugas; incluso las pequeñas fugas pueden comprometer todo el sistema hidropónico.
Para sujetar las tuberías, construí una estructura de tubos de PVC, similar a una mesa. Usé ocho codos para crear un marco de unos 80 cm de alto y 1 metro de ancho.
Los cuatro tubos estarán situados uno al lado del otro, todos nivelados, sin inclinación, de modo que cada uno quede medio lleno de agua.
Utilice cinta en forma de X alrededor de los tubos para mantenerlos en su lugar de forma segura.
En un extremo del sistema, conectaremos un codo y una manguera para llevar el agua de regreso al depósito.
Puedes ablandar la manguera sumergiéndola en agua caliente: esto hace que sea más fácil de colocar y garantiza un ajuste perfecto sin fugas.
Todo este tramo recogerá el agua que fluye por las tuberías y la devolverá al depósito.
A continuación, mostramos cómo calcular la bomba adecuada. Utilizamos tuberías de 1 metro de largo y 11 cm de diámetro.
Si cada tubo se llena hasta la mitad, contiene aproximadamente 4,75 litros. Multiplica eso por 4 tubos y obtendrás un total de unos 20 litros.
El tanque de reserva debe contener de 3 a 4 veces el volumen de las tuberías, es decir, al menos 60 litros.
Esto es importante porque el agua se evapora y el sistema necesita un volumen de agua estable. Lo más importante es que la bomba nunca se seque.
La bomba que utilizaremos suministra 1.200 litros por hora y puede impulsar agua hasta 1,5 metros de altura.

Este cálculo es clave porque la bomba debe ser lo suficientemente fuerte como para mover el agua a la parte superior del sistema.
La bomba viene con adaptadores: elija uno sin ventilación lateral para que todo el flujo vaya directamente a la manguera.
También crearemos un pequeño filtro utilizando bolsas de malla de ajo o material similar.
Átelo alrededor de la entrada de la manguera para evitar que entren residuos en la bomba.

Una vez que todo esté configurado, conectaremos las mangueras y dejaremos circular el agua durante un día completo para comprobar si hay fugas.
Este paso es muy importante: ayuda a identificar cualquier pequeño problema ocasionado durante el montaje.
Arregla cualquier cosa que no funcione correctamente antes plantar sus vegetales, porque el sistema no debe ser alterado mientras las plantas están creciendo.
En el próximo artículo te mostraré cómo preparar la solución nutritiva para disolverla en agua y “alimentar” tus plantas, aumentando tus posibilidades de éxito.
